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En una época de paro, explotación y supresión de derechos laborales, los sindicatos de clase deberían gozar de un protagonismo del que huyen como de la peste. En una época de políticas de extrema derecha, con atentados gravísimos a las libertades individuales (la ley del aborto,verbi gratia), los partidos de izquierda deberían brillar como el neón en las encuestas de intención de voto. En una época de mentiras públicas diarias, lanzadas a granel en los telediarios, en las emisoras de radio y hasta en el Congreso de los Diputados, la verdad debería declararse Patrimonio de la Humanidad o ser objeto al menos de los cuidados de las especies en extinción. En una época en la que la monarquía se falta el respeto a sí misma cada martes y cada jueves, la República debería constituir una aspiración moral de proporciones ciclópeas. En una época en la que se contempla pasivamente cómo un grupo de inmigrantes se ahoga intentando alcanzar la orilla o, peor aún, se contribuye a que mueran con disparos de pelotas de goma, los que se llaman a sí mismos defensores de la vida deberían incinerarse a lo bonzo ante el Ministerio del Interior para poner en evidencia el cinismo gubernamental. En una época en la que los bancos roban a sus clientes, en la que a los políticos se les descubren cuentas en Suiza un día sí y otro también, en la que los enfermos agonizan y mueren en los pasillos de los hospitales, en la que el peso de la carga fiscal cae sobre las clases medias y bajas, y en la que se amnistía a los defraudadores de gran tonelaje, el periodismo de denuncia debería conocer uno de sus momentos de gloria: deberíamos hacer cola por la mañana, a la espera de que abrieran los quioscos, para conocer el escándalo del día.
¿Qué ocurre entonces? No sé, quizá, que la obsesión por lo que nos pasa, nos impide averiguar lo que pasa.
Artículo 43 de la Constitución, 1978:
Titulares de los derechos a la protección de la salud y a la atención sanitaria son:
a) todos los españoles y los extranjeros en el territorio nacional, en los términos previstos en el artículo 12 de la Ley Orgánica 4/2000.
(...)
BOE, 28 de Mayo de 2003:
1. Son titulares de los derechos a la protección de la salud y a la atención sanitaria los siguientes:
a) Todos los españoles y los extranjeros en el territorio nacional en los términos previstos en el artículo 12 de la Ley Orgánica 4/2000.
(...)
BOE, 20 de Abril de 2012:
1. La asistencia sanitaria en España, con cargo a fondos públicos, a través del Sistema Nacional de Salud, se garantizará a aquellas personas que ostenten la condición de asegurado.
2. A estos efectos, tendrán la condición de asegurado aquellas personas que se encuentren en alguno de los siguientes supuestos:
a) Ser trabajador por cuenta ajena o por cuenta propia, afiliado a la Seguridad Social y en situación de alta o asimilada a la de alta.
b) Ostentar la condición de pensionista del sistema de la Seguridad Social.
c) Ser perceptor de cualquier otra prestación periódica de la Seguridad Social, incluidas la prestación y el subsidio por desempleo.
d) Haber agotado la prestación o el subsidio por desempleo y figurar inscrito en la oficina correspondiente como demandante de empleo, no acreditando la condición de asegurado por cualquier otro título.
BOE, 26 de Diciembre de 2013:
Con efectos de 1 de enero de 2014 y vigencia indefinida, se modifica la letra d) del apartado 2 del artículo 3 de la Ley 16/2003, de 28 de mayo, de cohesión y calidad del Sistema Nacional de Salud, en la redacción dada por la Ley 2/2012, de 29 de junio, de Presupuestos Generales del Estado para el año 2012, que queda redactada como sigue:
«2. A estos efectos tendrán la condición de asegurado aquellas personas que se encuentren en alguno de los siguientes supuestos:
(...)
d) Haber agotado la prestación o el subsidio por desempleo u otras prestaciones de similar naturaleza, encontrarse en situación de desempleo, no acreditar la condición de asegurado por cualquier otro título y residir en España.»
El resto del artículo mantiene la misma redacción.
[...]
2. A efectos del mantenimiento del derecho de las prestaciones sanitarias en las que se exija la residencia en territorio español, se entenderá que el beneficiario de dichas prestaciones tiene su residencia habitual en España aún cuando haya tenido estancias en el extranjero siempre que éstas no superen los 90 días a lo largo de cada año natural.
Winston sank his arms to his sides and slowly refilled his lungs with air. His mind slid away into the labyrinthine world of doublethink. To know and not to know, to be conscious of complete truthfulness while telling carefully constructed lies, to hold simultaneously two opinions which cancelled out, knowing them to be contradictory and believing in both of them, to use logic against logic, to repudiate morality while laying claim to it, to believe that democracy was impossible and that the Party was the guardian of democracy, to forget whatever it was necessary to forget, then to draw it back into memory again at the moment when it was needed, and then promptly to forget it again: and above all, to apply the same process to the process itself. That was the ultimate subtlety: consciously to induce unconsciousness, and then, once again, to become unconscious of the act of hypnosis you had just performed. Even to understand the word ‘doublethink’ involved the use of doublethink.