martes, 12 de enero de 2010

Excusatio non petita, accusatio manifesta





La OMS ha colaborado tradicionalmente con la industria farmacéutica por razones legítimas. (...) Se reconoce desde hace tiempo la importancia de las intervenciones médicas, incluidos antivirales, vacunas y pruebas diagnósticas, para mitigar el impacto sanitario de la gripe pandémica. Las compañías farmacéuticas desempeñan un papel esencial en este sentido y la OMS se ha comprometido con ellas a tratar de alcanzar sus objetivos de salud pública.


El riesgo de conflictos de intereses es inherente a cualquier relación entre un organismo normativo o de desarrollo sanitario, como la OMS, y una industria lucrativa. Lo mismo puede decirse respecto a los expertos que asesoran a la Organización y tienen vínculos con compañías farmacéuticas. Se han implantado numerosas medidas de salvaguardia para manejar los posibles conflictos de intereses o la percepción de los mismos.


Los expertos externos que asesoran a la OMS están obligados a realizar una declaración de intereses en la que hacen constar cualquier tipo de interés profesional o financiero que pueda comprometer la imparcialidad de sus consejos. Se han instaurado procedimientos para detectar, investigar y evaluar los posibles conflictos de intereses, revelarlos, y tomar las medidas oportunas, como impedir que el experto participe en una reunión.


(Fuente: who.int)

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